Agua embotellada, un negocio redondo en México

Agua embotellada, un negocio redondo en México

Comunicate con el proveedor:

Contactar

!noticia guardada!

México se ha convertido en el principal consumidor de agua embotellada en el mundo, hábito que ha generado todo un negocio tanto para las marcas que comercializan el producto y los proveedores de resina de PET, como para los recicladores, pues el paí­s lidera el acopio y reciclaje de este plástico en América, igualando en porcentaje de material procesado y recuperado a Europa.

De acuerdo con un estudio de mercado de Kantar Worldpanel, experto global en el comportamiento del consumidor, el 98% de los hogares mexicanos compran agua embotellada; es decir, prácticamente la totalidad. Los datos del reporte indican que cada hogar adquiere en promedio 1530 litros de agua al año.

Actualmente, un hogar toma cuatro litros de agua embotellada al dí­a, en promedio. Hay una relación estrecha entre la calidad del agua que se obtiene del grifo y el nivel de compra que se realiza de agua embotellada. Aunque también la practicidad para llevar puede jugar un rol en el desarrollo de este creciente mercado, comenta Fabián Ghirardelly, gerente de Kantar Worldpanel México.

En cuanto al consumo individual, un estudio del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) estima que cada mexicano consume entre 215 y 234 litros de agua al año; es decir, aproximadamente una botella de litro cada dos dí­as. En las regiones del paí­s con clima caluroso esa cantidad aumenta.

Como sea, las cifras muestran que el mercado de agua embotellada en México está en pleno crecimiento: entre 2009 y 2014 las ventas de este producto pasaron de 5000 a 7797 millones de dólares, lo cual representa un crecimiento del 55,5%; además, se pronostica un incremento del 15% para 2019, que generarí­a un total de 9044 millones de dólares, según la firma de investigación de mercados Euromonitor International.

En este gran mercado de más de 120 millones de habitantes, tres empresas concentran 73% del negocio. La francesa Danone con su marca Bonafont es la que predomina con 47%; le sigue Coca-Cola de México, con su marca Ciel, que posee el 19,4% de las ventas; y en tercer lugar, Pepsico, con su marca Epura, concentra 7,1% del mercado.

Diversos analistas consideran que fue a raí­z del terremoto de 1985 y la epidemia de cólera posterior a ese año impulsaron el consumo de agua industrializada; y más recientemente el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) sobre las bebidas azucaradas -a partir de 2008- y la reforma hacendaria de 2014, han sido factores que incentivan el consumo de agua tanto en botella como en garrafón.

Aunado a ello está la tendencia mundial de una vida más saludable, que está modificando los hábitos de consumo de la clase media mexicana por alternativas más naturales.

Tradición y desconfianza

La investigadora del CIDE, Laura Yaniz Estrada Vivas, explica que el alto consumo de agua embotellada y otras bebidas azucaradas entre los mexicanos tiene su origen en la cultura y la tradición; pero sobre todo, en la desconfianza de la población hacia la calidad del agua que llega a sus casas.

"A los mexicanos no les gusta el agua simple, ese transparente e insí­pido lí­quido apenas ocupa una tercera parte de todos los lí­quidos que consumimos; no se puede competir con la tradición prehispánica de las dulces aguas frescas que viene de generaciones atrás, (...) Quien pide agua simple para pasar los alimentos viola la costumbre, pero si además escoge agua del grifo, está cometiendo un acto de valentí­a y fe", expresa.

Una encuesta realizada por el CIDE reveló que el 45% de la gente que consume agua embotellada lo hace porque no confí­a en la que sale del grifo, mientras que el 28% considera que es una forma más práctica de consumirla, lo que confirma un hábito muy arraigado entre los mexicanos.

Sin embargo, dice la especialista, esto cuesta a cada mexicano un promedio de 500 pesos (26 dólares) al mes en botellas y garrafones de agua, lo que supera en un 3% sus ingresos; aunque en el paí­s sólo las familias con un ingreso mayor a 18.000 pesos (947 dólares) mensuales tienen la capacidad de gastar esa cantidad en agua embotellada.

Raúl Pacheco Vega, profesor investigador del CIDE, quien realiza un estudio sobre el consumo de agua embotellada en el paí­s, comentó:

La fuente de hidratación de los mexicanos es comercial y no pública. Hay barreras estructurales para que la gente cambie su comportamiento de tomar agua embotellada por agua de la llave. Muchos tienen razón cuando señalan la presencia de metales en el agua potable. En algunas ciudades se utilizan mucho los tinacos para que haya agua de manera continua en las casas y éstos casi no se lavan, son un criadero de microorganismos y otras formas de vida.

Además, México depende de pozos para el suministro del vital lí­quido, cuestión que también conlleva a riesgos de salud. Lo que parece seguro es que el consumo de agua embotellada en el paí­s seguirá al alza -se estima que para este año se podrí­a llegar a los 335 millones de litros-, pues como menciona Pacheco Vega, no hay iniciativas por parte de legisladores y los gobiernos locales y el federal para crear fuentes públicas de agua con calidad para beber.

Lo que es un hecho es que el consumo de agua embotellada en México antes que reducirse seguirá en aumento, pues para este año se estima que podrí­a llegar a 355 millones de litros.

Así­ que pese a que el litro de agua embotellada puede llegar a costar entre 100 y 1000 veces más que un litro de agua de la llave, la tendencia en el paí­s es la de privatizar el suministro de agua potable y que la gente siga consumiendo agua embotellada y en garrafón.

Lí­der en reciclaje

El aumento en el consumo de bebidas industrializadas en México, impulsó la demanda de plásticos en los últimos años, y para 2014 el paí­s ya era el segundo mayor consumidor mundial de botellas de PET.

A nivel global, en 2015 la demanda de resina de PET fue de 20,6 millones de toneladas, de las cuales el 70% se utilizó en el segmento de bebidas industrializadas, de la siguiente manera: el 26,4% en la fabricación de envases para bebidas carbonatadas, el 26% para botellas de agua, y el 18,4% para otro tipo de bebidas.

En México la situación no fue distinta, pues el paí­s desecha anualmente 90 millones de botellas de PET -es decir, 722.000 toneladas-, resultado de su elevado consumo de agua embotellada y refrescos, pues con referencia a estos últimos, México ocupa el cuarto lugar en el mundo en el consumo de refrescos con 137 litros por persona al año.

No obstante estas cifras, el caso del reciclaje de PET es quizás el más exitoso en el paí­s. En 2016 se logró reciclar el 57% de las botellas desechadas, igualando el porcentaje de la Unión Europea en cuanto a la recuperación de este plástico. De este modo, según la asociación civil Ecoce -auspiciada por la industria nacional de alimentos y bebidas- el paí­s se ha consolidado como el lí­der en acopio de PET post-consumo en América por cinco años consecutivos, incluso por delante de paí­ses como Estados Unidos y Canadá.

El año pasado se reciclaron 425.000 toneladas de botellas; de la materia prima resultante la industria nacional demandó un 56,3% para su reutilización y el 43,7% restante se exportó a China y Estados Unidos. Del porcentaje de material reutilizado en México, el 53,2% se destinó a la fabricación de envases grado alimenticio; el 23,1% a láminas de termoformado y flejes; el 12,9% a fibras diversas; y el 10,8% a envases no alimentarios.

La industria mexicana del reciclaje de PET esta encabezada por dos de las plantas más grandes del mundo para el reciclaje de PET grado alimenticio: PetStar e IMER, la segunda planta del sistema Coca-Cola. Además, existen en el paí­s otras 12 plantas dedicadas a la recuperación de este material para la elaboración de fibras, escobas y envases para productos diferentes a alimentos.

Esta industria, que de acuerdo con Ecoce genera 2380 empleos directos y 35.000 indirectos, tiene capacidad instalada para procesar 312.000 toneladas anuales de PET post-consumo y ha invertido US$339 millones en la ampliación de los sistemas de recolección, mejoramiento de las infraestructuras y realización de campañas de concientización entre la población.

No obstante, pese al éxito que demuestran estos indicadores, existen diversas iniciativas para inhibir el uso de envases de PET, la más reciente es la propuesta del diputado federal Germán Ralis, del partido Movimiento Ciudadano, que busca modificar la Ley General para Prevención y Gestión de Residuos para obligar a las marcas a incluir en el etiquetado de sus bebidas leyendas, pictogramas e imágenes que reflejen el daño ecológico y ambiental que propicia el PET.

Te podría interesar...

Lo más leído

Tendencias 2024 para la industria del packaging
Tipos de envases y embalajes

Conozca las tendencias de 2024 en la industria del packaging: sostenibilidad, innovación e...

Diana Sofía Maldonado, periodista de El Empaque + Conversión・Dic 6, 2023
Tecnologías para mejorar los procesos de reciclaje
Plásticos

Julio Barrientos, Recycling Sales Manager de TOMRA México, explica en este artículo cómo m...

・Jul 27, 2022
Colanta adquiere sello de ecodiseño del ICIPC
Bolsas de plástico

Como parte de sus compromisos de sostenibilidad, Colanta, el fabricante de alimentos colom...

David Ricardo Muñoz, editor de El Empaque + Conversión・May 26, 2023
Bolsas Compostables Axioma
Empaques flexibles

Bolsas compostables a base de maíz, el bioplástico que implementa Axioma para el empaque y...

・Jul 29, 2022