Cómo aumentar la calidad de impresión digital y flexográfica

La industria trabaja para ofrecer soluciones innovadoras que representen ventajas competitivas a las marcas, le contamos los avances en procesos digitales y flexo.

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Al frente de la góndola, el consumidor decidirá en cuestión de segundos qué producto desea comprar y el empaque siempre será una de las claves para atraer su atención y motivar la compra. Para hacer la diferencia en esos momentos de verdad, las marcas cada vez solicitan a los impresores de empaques una mayor calidad gráfica, que les ofrezca ventajas competitivas como: mejores tiempos de entrega, más versatilidad en sus presentaciones y más variabilidad en sus volúmenes.

Las industrias de la impresión digital y la flexográfica en empaques han escuchado esos requerimientos y vienen incorporando mejoras a sus procesos que favorecen la calidad, para beneficio de las marcas, y facilitan la toma de decisiones de los consumidores. ¿Cómo lo están haciendo?

Lo digital: disrupción y calidad

Dice Reiner Gómez, gerente de RTA Digital, una empresa que desde hace casi cuatro décadas ofrece soporte en soluciones convencionales y digitales para la industria gráfica en gran formato y offset, que la pandemia aceleró la presencia de tecnologías digitales e híbridas aplicadas a la impresión de empaques, reemplazando de a poco a las convencionales.

“Aunque se esperaba llegar con el tiempo al uso de tecnologías digitales, consideramos que el efecto se aceleró durante los últimos dos años y será la realidad postpandemia en el mercado, esto como resultado de cambios en las necesidades de los propietarios de marcas y los consumidores, al igual que una avalancha de nuevos empresarios ofreciendo productos locales”, responde Gómez.

“La impresión digital HP Indigo brinda excelentes beneficios al mercado de empaques y etiquetas. Esta tecnología es capaz de ofrecer alta calidad, permitiendo satisfacer las demandas exigidas por las marcas (en especial de los nuevos emprendimientos que están llegando al mercado) como: calidad, personalización, soluciones de seguridad, amplia gama de colores y sustratos, sin descuidar la rentabilidad del negocio. Todo gracias a las bondades que ofrece, como los cambios rápidos de trabajo sin detener el proceso de impresión, sin desperdicios de material, registro automático, control de color y data variable”, explica Reiner Gómez.

¿Y la impresión flexográfica cómo avanza?

Desde la orilla de los impresores flexográficos, Alejandro Carvajal, Sales Account Manager de Esko, comenta que aumentar los beneficios de una impresión de calidad significa disminuir los costos, lo cual es fundamental en un clima económico incierto como el que se vive en la actualidad. Para ello, esta empresa ofrece en el mercado la tecnología Equinox, para impresión con gamut expandido.

Esta reduce los costos de producción al eliminar los tiempos no productivos y los cambios de tinta en la prensa, explica Carvajal, quien agrega que la impresión con gamut expandido permite reproducir un color directo, conservando la identidad visual de la marca.

“Una mejor descripción del proceso sería una impresión con paletas de colores fijas, en lugar de gamut expandido, ya que, con los mismos siete colores en cada trabajo, eliminamos los costos asociados a la mezcla de tintas en el cuarto de tintas, ajustes personalizados en la prensa y hacer de cada corrida un trabajo diferente. Esto es ganar eficiencia sin sacrificar la calidad”, dice Alejandro. 

Otra posibilidad presente en el mercado es la tecnología Bellisima Digitally Modulated Screening (DMS), desarrollada por la empresa británica Hamillroad Software, especialista en software de preprensa.

Jorge Lagos, director general de Novaflex, una firma colombiana enfocada en el suministro de soluciones en la industria del empaque que desde 2021 comercializa este producto en su mercado nacional, ha dicho que esta “permite competir de forma abierta con el huecograbado, mejorando los ahorros en tinta y siendo amigable con el medio ambiente”.

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Bellisima DMS es una tecnología de tramado flexográfico que, tal como la describe Hamillroad, ofrece un nivel de reproducción de imágenes para flexografía con una calidad de alto nivel, “al fusionar las mejores características de AM, FM, XM, GS y CS mientras evita sus limitaciones y problemas. Mejora drásticamente la calidad y la estabilidad del trabajo”, se lee en su sitio web.

Por parte de Bobst, un proveedor global de equipos y servicios para fabricantes de envases y etiquetas, Mansueto Bacim, Area Sales Manager para Latinoamérica, y Rainer Rosenbusch, Flexo CI Project Manager, respondieron que, ante la exigencia y el desafío que representa la impresión de envases flexibles, la flexografía es una opción idónea.

Esta empresa cuenta con prensas flexográficas de banda estrecha como Bobst Master M6, que se utiliza para etiquetas o envases flexibles, en especial para pedidos cortos, y prensas flexográficas CI de impresión central, como Bobst Vision CI o Expert CI, para la impresión de embalaje flexible de banda ancha.

“La principal ventaja del concepto CI –dicen los voceros de Bobst– es imprimir en una gran variedad de materiales diferentes y desafiantes con una calidad excelente. Las películas delgadas o elásticas se pueden imprimir con facilidad en una prensa flexográfica CI, porque todas las plataformas de impresión están dispuestas alrededor del gran tambor central, por lo que el registro es estable, incluso en películas de PE muy delgadas”.

Añaden que las prensas flexográficas CI pueden hacer funcionar tintas a base de solvente o agua. Estas tienen los más altos estándares para aquellos empaques que entran en contacto indirecto o directo con alimentos y, por lo tanto, se utilizan mucho en este envasado.

“Ambos tipos de tinta ofrecen una excelente calidad de impresión en papel y diferentes películas. Bobst ha demostrado que las tintas a base agua se pueden imprimir en películas a velocidades muy altas sin restricciones”, hacen énfasis.

Para Bacim y Rosenbusch, la calidad de impresión en flexografía en banda, ya sea estrecha o ancha, ha mejorado en la última década, al igual que la calidad de las tintas, los rodillos anilox y, en particular, los clichés.

¿Una “revolución”?

Al respecto, y de acuerdo con Iván Arturo Rozo, gerente de Desarrollo de Nuevos Negocios de MacDermid Graphics Solutions, empresa que comercializa planchas de impresión flexográfica, tecnologías como Bellisima hacen que exista en este momento una “revolución” de las tramas, no solo para los medios tonos sino también para los sólidos y las planchas.

“Si se tiene una plancha que copia muchas cosas con una mayor resolución y fidelidad, los desarrolladores de software pueden tramar e inventar cosas, porque no tienen limitante en que la plancha las pueda copiar y grabar”, explica Iván.

Así, los nuevos tramados que se obtienen con estas tecnologías facilitan la impresión en resoluciones mucho más altas en las imágenes en empaques y pasar de 136 a 150 líneas por pulgada en promedio, o hasta 175 como algunos consiguen hacerlo, hasta 350 0 450, que es muy alto y genera una calidad de impresión fotográfica que representa muchos beneficios para las marcas.

Estas tramas, comenta el vocero de MacDermid, garantizan una impresión más consistente, ya que la estructura del punto de impresión no se ensucia tanto, como con otras tecnologías, y por tanto no es necesario suspender el proceso para limpiarlo, aumentando así los costos de producción.

La pregunta que al final tendrán que hacerse los clientes es ¿Está el mercado dispuesto a pagar más por esa calidad? Es algo que cada dueño de marca debe evaluar en virtud de lo que desee generar en sus consumidores.  

¿Puede la gama extendida o ampliada de color afectar la calidad de la impresión?

Para Alejandro Carvajal, de Esko, “el dilema entre eficiencia y calidad en la producción de empaques ha sido el mayor desafío por mucho tiempo. Los flexógrafos han sido condicionados a escoger uno de los dos. El desarrollo de prensas y planchas digitales y prensas flexográficas han hecho el proceso más estable”.

Sin embargo, en su concepto esto es solo una parte de la solución. “La posibilidad de alcanzar un gamut expandido capaz de reproducir los colores de la marca en los empaques y etiquetas es el siguiente paso. El éxito es hacer la mezcla de colores en la prensa y no el cuarto de tintas, de manera que el cliente no vea una diferencia de color de su producto en el supermercado”.

Carvajal afirma que la mayoría de los empaques que contienen fotografías, lucen sin vida en un diseño de empaques de siete colores, pues por lo general los colores especiales solo los aplican a los elementos vectoriales.

“Al aplicar el gamut de siete colores a las imágenes, el gamut crece en promedio un 70 % comparado con el de cuatro colores, con un potencial significativo de aumento de calidad en las imágenes fotográficas”.

Otra opinión comparte Iván Rozo, de MacDermid Graphics Solutions, quien dice que la gama extendida no fue diseñada para mejorar la calidad de impresión, sino para tener un impacto mayor en la productividad, la eficiencia y la consistencia de la producción, además de los costos asociados.   

“Si se tiene un set de tintas que no se debe estar cambiando en periodos más largos, el proceso se mejora. Lo único que cambia son las planchas y se han visto ahorros significativos”, explica Rozo.