De residuos plásticos a materiales biodegradables: así es la iniciativa de AIMPLAS

El Instituto Tecnológico del Plástico, AIMPLAS, encabeza el proyecto BioICEP, que buscar convertir residuos plásticos en materiales naturales y biodegradables. Descubra cómo esta iniciativa pionera está reduciendo la contaminación plástica.

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El proyecto BioICEP, impulsado por AIMPLAS, busca revolucionar la industria del envase al desarrollar alternativas sostenibles a los plásticos tradicionales. Desde su inicio en febrero de 2020, este proyecto financiado por Horizonte 2020 ha aplicado métodos innovadores para acelerar la biodegradación de los plásticos.

Utilizando un proceso en cascada que combina métodos químicos y biológicos, BioICEP transforma residuos plásticos de origen fósil en materiales naturales y biodegradables. Estos nuevos materiales son ideales para su uso en el sector del packaging, contribuyendo así a reducir la contaminación plástica.

El papel crucial de AIMPLAS en este proyecto radica en el tratamiento previo de los plásticos mediante degradación termoquímica asistida por microondas. Esta innovadora tecnología ha logrado convertir plásticos no biodegradables, como el polietileno de baja densidad, en materiales que se degradan por completo en menos de 28 días.

El proyecto está en consonancia con su objetivo principal de reducir la cantidad de residuos plásticos en el medio ambiente. Gracias al apoyo de diversos socios internacionales con distintas áreas de conocimiento, el proyecto aborda el desafío de desarrollar procesos alternativos para mejorar el reciclado desde una perspectiva multidisciplinaria.

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La solución propuesta por BioICEP se basa en tres tecnologías que amplifican y aceleran la degradación de los plásticos a niveles inéditos. Estos tres procesos de despolimerización trabajan en conjunto para descomponer los residuos plásticos de manera altamente eficiente.

El sistema de despolimerización de triple acción incluye procesos de desintegración química, digestión biocatalítica con enzimas mejoradas y consorcios microbianos altamente efectivos. Estos procesos permiten la degradación de corrientes de residuos plásticos mezclados, abriendo nuevas oportunidades para la economía circular.

Los productos resultantes de este proceso de degradación se utilizan para sintetizar nuevos polímeros y bioproductos, promoviendo así la economía circular al convertir residuos en materias primas. Este enfoque representa un paso significativo hacia un futuro más sostenible y libre de contaminación plástica.