Embalaje sostenible: crean cera para quesos 100% con ingredientes naturales 

Esta innovación, a cargo de la compañía Procudan, además de facilitar la maduración de los quesos, se utiliza como una forma atractiva de embalaje de exhibición en las tiendas.

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Procudan, empresa danesa líder en ingredientes y envases, desarrolló una cera para queso 100% natural. Este avance promete cambiar la forma en que los quesos se conservan, protegen y presentan en las tiendas.

A diferencia de las ceras de queso convencionales que contienen plásticos y ceras basadas en aceite fósil, la cera para queso ProCera Natural está elaborada exclusivamente con materiales de origen natural. Esto la convierte en una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Esta cera tiene diversas aplicaciones en la industria láctea. Además de facilitar la maduración de los quesos y protegerlos durante el transporte, también se utiliza como una forma atractiva de embalaje de exhibición en las tiendas, capturando la atención de los consumidores.

La receta patentada de la cera para queso incluye ingredientes naturales, como cera de abejas, cuidadosamente seleccionados y desarrollados por la compañía en estrecha colaboración con empresas lácteas escandinavas. Esta fórmula exclusiva garantiza la calidad y el rendimiento óptimos de la cera.

Según la compañía, esta innovación posee todas las características familiares de las ceras utilizadas actualmente en la producción láctea, pero sin utilizar materia prima fósil. Esto permite a las empresas lácteas adoptar este producto innovador sin necesidad de realizar modificaciones significativas en sus métodos de producción.

El desarrollo de esta cera para queso fue sometido a rigurosas pruebas en el propio laboratorio de pruebas de la compañía y en distintas plantas lácteas europeas. El equipo de desarrollo llevó a cabo más de 5000 pruebas para finalmente seleccionar prototipos y variantes que cumplían con todos los requisitos de los clientes.

El proyecto recibió apoyo del programa InnoBooster del Fondo de Innovación de Dinamarca y del programa de innovación europeo Eurostars. Además, el Instituto Tecnológico Danés fue un socio científico clave, aportando la experiencia de expertos de varias universidades en el desarrollo, análisis y métodos de prueba.