La impresión de sólidos en flexografía: ¿Por qué sigue siendo un desafío en la era moderna?

¿Cómo la impresión de sólidos en flexografía sigue siendo un desafío en la era moderna? A pesar de los avances tecnológicos, problemas como la porosidad y el moteado persisten, afectando la calidad de los empaques.

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Es probable que quienes hemos visitado plantas de impresión hayamos visto el cartel ampliamente conocido que reza: '¡Lo que no se mide no se controla!', con letras grandes y un papel amarillo que parece haber estado allí por tiempo indefinido, justo al lado de la prensa. Durante el último año, he tenido la oportunidad de trabajar en diversas plantas de impresión en toda Latinoamérica.

Me ha resultado curioso, casi anecdótico, que la principal causa de problemas en la impresión continúe siendo la misma: los sólidos. Esto es notable incluso a pesar de los avances significativos que se han logrado en la impresión flexográfica para abordar este problema específico.

La impresión de un sólido con excelentes propiedades de cobertura es un aspecto crítico en la producción de empaques, ya sea para colores de proceso, colores especiales o tintas blancas. Sin un sólido que destaque, el empaque carece de vida, de impacto y no resulta comercialmente atractivo. Problemas como fantasmas, porosidad, moteado, transferencia de tinta entre otros, siguen siendo recurrentes incluso en las plantas y prensas más modernas, al igual que lo eran hace una década.

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La naturaleza de la flexografía implica una gran cantidad de variables, lo que puede llevar a la confusión y a la aplicación de soluciones antiguas que se creían en desuso. Estas soluciones incluyen reorganizar la secuencia de colores, separar el sólido de la trama, calzar los códigos de barras y los bordes, entre otras medidas.

La urgencia y ansiedad por resolver rápidamente los problemas a menudo termina en la falta de un proceso controlado y en la búsqueda de una 'fórmula mágica' para cada trabajo. La flexografía se ve atrapada nuevamente en un enfoque artesanal, donde los prensistas se convierten en artistas, mezclando componentes, pigmentos, viscosidades, anilox y cintas para lograr su receta única.

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Es esencial medir y estandarizar variables, así como comprender el funcionamiento del anilox, la tinta y la plancha, además de cómo interactúan entre sí. La estandarización y medición de densidades, viscosidades, tiempos de secado, temperaturas y ganancias son prácticas obligatorias. A menudo, estas propiedades se registran en las hojas de control del trabajo, pero rara vez se analizan. Con tan solo un buen control de estas variables, la estabilidad del proceso cambiaría completamente.

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