Nuevo etiquetado frontal impulsa el consumo de productos orgánicos en México

El primero de octubre del 2020 entró en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 (NOM-051) sobre el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, la cual tiene como objetivo brindar al consumidor final información sobre los ingredientes y nutrimentos críticos en los productos  pre envasados.

La nueva norma de etiquetado contempla el uso de unos octágonos negros en la parte frontal de los empaques donde se alerta sobre el alto contenido de azúcar, sodio, grasas y calorías de cada producto.

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Aunque la norma aún no lleva mucho tiempo en vigencia, la preferencia de los consumidores mexicanos por los productos considerados como "más saludables" en comparación con los alimentos procesados y las bebidas pre envasadas es evidente. Así lo afirma la consultora Nielsen en  su informe de variación anual en ventas por segmento que cubre el periodo de octubre a diciembre de 2020. El reporte evidencia un crecimiento del 53% en el consumo de productos orgánicos, del 30% en la compra de productos bajos en azúcar, sodio y grasas, y un aumento del 17% en la venta de productos naturales. 

“Están sobresaliendo las marcas que comunican de manera muy asertiva el cuidado de la salud, todo lo que son probióticos, lo adicionado con vitaminas, todo lo que declare en el empaque ser natural está creciendo, todo lo orgánico está creciendo como nunca”, aseguró Yanira Reyes, líder en el análisis de Nielsen Connect México. 

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La experta también resaltó que la entrada en vigencia de las leyes de etiquetado nutrimental en otros países de la región representó una caída del 20% en el volumen de venta de los productos procesados, y se espera que este fenómeno también se presente en México.

“Todavía no se ven los efectos del etiquetado, tardarán en verse 3 a 4 meses de la implementación, con migración de marcas entre aquellas que eran percibidas como saludables pero que estén etiquetadas”, agregó. 

Reyes también resaltó el fortalecimiento de productos tendencia como probióticos, proteínas y té matcha, los cuales elevaron sus ventas en un 16%. “Son productos que tienen 45% de sobreprecio, y hay un nicho de mercado interesante y que está dispuesto a pagar por este tipo de diferenciados muy claros. El gasto disponible no es que haya crecido, estamos en un contexto de crisis, pero es una reconformación de dejar ir algunos productos para ingresar esto a las canastas”, explicó.

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