¿Qué dice Acoplásticos frente al impuesto a productos plásticos?

La institución aseguró que uno de los desafíos más importantes de la aplicación del impuesto a productos plásticos de un solo uso radica en la falta de una reglamentación clara.

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La reciente introducción del impuesto a productos plásticos de un solo uso ha desencadenado inquietudes en distintos sectores industriales. A pesar de los objetivos ambientales detrás de esta medida, su implementación ha dado paso a complicaciones y dudas significativas.

Acoplásticos, un influyente gremio que representa a industrias como plásticos, petroquímica y química básica, expresó su inquietud por las dificultades que enfrenta la aplicación del impuesto. Uno de los principales desafíos radica en la falta de reglamentación clara que dé forma al proceso.

Según la institución, la ambigüedad en la Ley 2277 de 2023, que establece el impuesto, ha suscitado confusión en el mercado. La pregunta sobre quién debe asumir la responsabilidad del cobro del impuesto, ya sea el fabricante, importador o cliente, sigue sin respuesta definitiva.

El presidente de Acoplásticos, Daniel Mitchell, destaca la complejidad de la aplicación del impuesto, enfatizando las contradicciones en la ley. “Esta falta de claridad ha llevado a diferentes interpretaciones, con algunas empresas incorporando el impuesto en los precios y otras no”, aseguró.

La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) emitió documentos para aclarar la aplicación del impuesto, pero según Mitchell, han añadido más dificultades. La distinción entre productos importados y locales en términos de impuesto ha generado controversia.

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La incertidumbre llega a niveles más altos, ya que la Procuraduría General de la Nación presentó un proceso de inconstitucionalidad sobre los artículos de la ley que establecen el impuesto. Esto se debe a la falta de claridad sobre quién es el responsable, contraviniendo principios tributarios fundamentales.

A pesar de la implementación del impuesto, el Gobierno Nacional no ha emitido ninguna reglamentación relacionada con este. Esto incluye la certificación de economía circular, que eximiría del impuesto, lo cual agrega más incertidumbre al panorama.

De acuerdo a la institución, otra contradicción destacable es que, según la Ley, los productos importados deben pagar el impuesto en el momento de su nacionalización. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha recaudado el impuesto correspondiente para estos productos.

Las cifras no son menores: el impuesto equivale aproximadamente al 20% del precio final de los productos plásticos. Esta carga impositiva, combinada con la incertidumbre en la aplicación, amenaza con riesgos sustanciales para las empresas y la industria en general.

Estas confusiones han provocado un aumento de precios, crecimiento de la informalidad y riesgo de quiebras empresariales. La falta de certeza en su aplicación podría llevar a consecuencias no deseadas en el sector.