Stone Paper, el papel de la innovación

Coimpresores Bogotá, fiel al compromiso establecido desde su fundación en 1975, desarrolla estrategias y productos innovadores, en esta oportunidad presenta en Andigráfica 2017 la disponibilidad en Colombia de una revolucionaria solución para la impresión con este nuevo producto.

"Hace dos años, la Cooperativa tomó la decisión de importar Stone Paper, un papel de base mineral que brinda nuevas oportunidades a las empresas del sector de la comunicación gráfica, y del cual obtuvo la representación exclusiva para Colombia. Se inició una fase piloto con Stone Paper para ofrecerlo a nuestros asociados y clientes, y desde entonces ha recibido una excelente acogida, por parte de los impresores de Bogotá y de algunos de las principales ciudades del país”, dice Jesús Alfredo Sánchez, gerente de Coimpresores Bogotá.

Stone Paper es producido en Taiwán. Este papel ofrece destacadas propiedades de durabilidad, versatilidad y resistencia al agua, aceites, grasas y al rasgado. Este producto fue escogido por los organizadores de Andigráfica 2017 como uno de los cinco productos innovadores que hacen parte de la “Ruta de la Innovación”.

"Los impresores que han utilizado esta alternativa, han elaborado productos como libros, revistas, cuadernos, bolsas, cajas, sobres, estuches, etiquetas y autoadhesivos, empleando para su impresión sistemas offset, flexográfico, digital y huecograbado”, dice el gerente de Coimpresores Bogotá. “Los visitantes de Andigráfica pueden ver el nuevo sustrato y demostraciones de productos impresos en el estand 2323 que tenemos en el pabellón 18 de la feria”, informa Erlid Jiménez Ruiz.

Para acomodarse a los distintos sistemas y formatos, Stone Paper se ofrece a los impresores en resmas y en rollos, en una tonalidad blanca que garantiza alta calidad de impresión, sin necesidad de utilizar barnices o laminados previos.

Stone Paper puede reemplazar los sustratos sintéticos y el PVC. Al considerar sus propiedades, se tuvo en cuenta como factor fundamental el bajo impacto ambiental, traducido en su fotodegradación. “La experiencia demuestra que, al exponerse a la luz solar, el papel se degrada aproximadamente en doce meses. Cuando se almacena en condiciones normales y se evita su exposición a los rayos solares, su durabilidad es ilimitada, lo que garantiza la calidad de los productos impresos”,  concluye Jesús Alfredo Sánchez.