Tetra Pak:Geometría sostenible

Un preciso precepto geométrico y físico: mayor volumen contenido sobre menor superficie de material, fue el punto de origen de un producto y una compañía que han marcado hondas repercusiones en el mundo del empaque y conservación de bebidas y alimentos.

Después de la esfera, el tetraedro regular triangular o, en palabras más sencillas, una pirámide de tres lados, es la figura que reúne mejor estas condiciones de contenido y ahorro de materiales. Sin embargo, el principio no es sólo práctico en términos de capacidad de almacenamiento; sus componentes económico y ambiental han sido también un factor de éxito de los productos Tetra Pak desde hace más de medio siglo: "un empaque debe ahorrar más de lo que cuesta", dice Juan Carlos Moya, director de Medio Ambiente y Programas Sociales de la compañía en Colombia, al recordar el postulado del creador del empaque Tetra Pak, Rubén Rausing.

Muchas buenas ideas han surgido en la historia como respuesta a situaciones de crisis. El caso de los empaques Tetra Pak responde a un momento en el que los estragos de la Segunda Guerra Mundial, con desplazamientos masivos de poblaciones, escasez, hambre y pobreza hacían necesaria la optimización de los limitados recursos disponibles. Rausing, ante este entorno, se propuso diseñar un empaque para leche que permitiera su distribución práctica, eficiente y segura, y es entonces cuando nace el empaque piramidal de Tetra Pak, que ha extendido su presencia por el mundo entero.

Inicialmente diseñado para leche pasteurizada convencional, el empaque evolucionó más tarde a una versión aséptica, que le permite ahora dar a los productos propiedades de larga vida (hasta seis meses para la leche y un año para jugos, bajo condiciones ambiente de almacenamiento) sin pérdida o desmedro de la calidad.

Un desarrollo como este, con sus extendidos impactos sociales, económicos y ambientales, no podía merecer menos que la distinción recibida de parte del Instituto de Tecnología y Alimentos de los Estados Unidos como "Invento del siglo en la ciencia alimenticia". El crecimiento de la idea tampoco sería menor a su condición de solución práctica, económica y segura de bebidas lácteas y jugos: hoy, Tetra Pak hace presencia en más de 150 países, emplea a más de 20.000 trabajadores, y supera anualmente la producción de 140 millones de empaques en todo el mundo.

Las coordenadas ambientales
Desde sus instalaciones de producción en Brasil, Argentina y México, y por medio de oficinas en la mayoría de los demás países de la región, Tetra Pak atiende el mercado latinoamericano con sus productos y servicios, promoviendo en cada mercado el reciclaje y la reutilización de los materiales de sus empaques. Los principios que orientan estas iniciativas parten de una política de responsabilidad ambiental y social consistente, formulada corporativamente para el conjunto de empresas en todo el mundo.

Desde su conformación misma, los empaques de Tetra Pak reúnen las propiedades necesarias para dar lugar a un ciclo de recuperación que genera un positivo impacto ambiental y social. En efecto, en su fabricación se utiliza un material compuesto por seis capas (cuatro de polietileno, una de aluminio y otra de papel), que brindan altas propiedades de barrera y frescura para los productos envasados, y que permiten que los empaques sean reciclados y reutilizados de manera fácil y segura.

En términos porcentuales, a pesar de estar presente en solo una de las capas, el papel representa un 75 por ciento de la totalidad de los materiales de los empaques, mientras que el polietileno y el aluminio completan la estructura con 20 por ciento y 5 por ciento, respectivamente. La presencia de un componente tan alto de papel facilita en gran medida la recuperación de los materiales de los empaques de Tetra Pak, lo que sumado a la certificación que la empresa requiere de sus proveedores como administradores responsables de los recursos forestales, permite asegurar la sostenibilidad en su producción y confirmar el lema que ha distinguido a la compañía a lo largo de su historia: "Sostenibles por naturaleza".

El papel, sin embargo, no se recicla para la producción de nuevos empaques. Mediante su disgregación con el uso del hidropulper, un equipo de uso común en la industria, los residuos post-industriales y pos-consumo son procesados para extraer una pulpa de fibra larga nunca antes reciclada, que ofrece altas propiedades mecánicas y de resistencia para uso en otros productos de papel o cartón.

El polietileno y el aluminio, los otros componentes de los materiales de los empaques de Tetra Pak, se reprocesan por su parte para la obtención de subproductos que se emplean, tanto combinados como separadamente, en variadas aplicaciones de construcción, muebles y productos plásticos, entre otras. Mediante un proceso de trituración y compresión en caliente, se funde el polietileno presente en los empaques y se cristaliza para crear aglomerados y tejas, destacadas estas últimas por sus propiedades termo-acústicas, de bajo peso y de alta resistencia a los impactos.

El aluminio, de otro lado, en mercados con altos volúmenes de recuperación de materiales y empaques, puede ser separado y fundido en lingotes para su posterior reingreso en la cadena de producción.

En Brasil, una técnica denominada plasma térmico, se ha desarrollado para este proceso, con lo que Tetra Pak ha dado un paso importante en términos de recuperación: Separar los tres materiales presentes en sus empaques y optimizar su utilización en aplicaciones más eficientes y especializadas.

Cerrando el círculo
Establecer un proceso eficiente de recuperación y reciclaje de un material relativamente nuevo en el mercado es una tarea compleja y de largo plazo (ver recuadro La paradoja del reciclaje). El amplio número de actores que participan en la cadena y la coordinación de sus intereses dificultan este propósito y hacen que sea necesario emprender medidas creativas para la coordinación de los esfuerzos conjuntos. Tetra Pak ha asumido este objetivo trabajando con programas desde diversos puntos del ciclo.

Todo comienza desde la recolección y envío a los centros de procesamiento de los materiales sobrantes de las fábricas de empaques Tetra Pak y de las plantas de procesamiento y envasado. Los materiales obtenidos de estos procesos post-industriales dan inicio a la cadena que tiene su segunda etapa en la recuperación después del consumo de los productos.

En este punto, donde se encuentra el mayor potencial en términos de volumen, pero también donde se presenta a la vez la mayor dificultad de recuperación, una medida estratégica adoptada por Tetra Pak son los programas que se promueven y adelantan con los recicladores. Ofreciendo incentivos para que trabajen con los empaques, consistentes en la entrega de soportes de infraestructura, uniformes y elementos de seguridad industrial Tetra Pak facilita el trabajo inicial de los recicladores y despierta el interés por la recuperación de volúmenes mayores.

En Argentina y Brasil se han creado cooperativas que promueven la recolección y comercialización de materiales de Tetra Pak, apoyándolas y fortaleciéndolas para mejorar el atractivo de trabajar con este producto, distinto a los ya convencionales en las cadenas de recuperación y reciclaje.

De otra parte, en sus iniciativas Tetra Pak promueve la implementación de tecnologías y mecanismos para la incorporación de los materiales de los empaques en los procesos productivos de otras industrias. Mediante programas especiales se ofrecen a procesadores independientes asesoría y acompañamiento técnico; se muestran ejemplos de casos de mejores prácticas; y se ayuda además en la comercialización de los productos elaborados con materias primas recicladas. Esas medidas buscan garantizar el éxito comercial de estos proveedores y generar mayor demanda para los materiales reciclados, contribuyendo de esta manera a que se incrementen las tasas de recuperación.

La tarea, aunque no resulta fácil y sus resultados no son tan inmediatos como se quisiera, avanza decididamente en los países de la región. "Es una apuesta de largo plazo", comenta Juan Carlos Moya, "donde se debe involucrar a todos los actores: educar al ciudadano, pero contar a la vez con políticas públicas de recolección selectiva que no echen por tierra los esfuerzos de separar que hizo el consumidor".

Líneas paralelas
Además del reciclaje, otras medidas adoptadas por Tetra Pak inciden en gran medida en la reducción del impacto ambiental de sus operaciones y del uso de los empaques. Por ejemplo, el transporte en rollo de los empaques, desde los sitios de producción hasta las instalaciones de los clientes, representa una optimización del espacio ocupado en los vehículos, menos camiones utilizando combustible y, por lo tanto, menor cantidad de emisiones al aire. Igualmente, en el transporte en condiciones de temperatura ambiente de los productos con empaques TetraPak se suprime la necesidad de contar con vehículos refrigerados y, por ende, se evita la emisión de los gases de efecto invernadero propios de estos sistemas.

Para las operaciones de procesamiento y envasado de alimentos, los departamentos de investigación y desarrollo de Tetra Pak buscan reducir el consumo de energía y agua, optimizar su desempeño y mejorar continuamente su desempeño en términos ambientales. En las plantas de producción de Tetra Pak en todo el mundo existen, de otra parte, programas de disminución de consumo de energía y agua, e iniciativas de disminución de emisiones reunidas en un compromiso general: "Reducir las emisiones en 10%, en términos absolutos, entre 2005 y 2010, haciendo procesos más eficientes y aumentando el uso de energías verdes", como lo resume Juan Carlos Moya. "En 2008 habíamos alcanzado ya 8 por ciento, y estamos cerca de cumplir y exceder la meta propuesta para 2010".

El plano social
Resumido en el principio de actuar como buenos ciudadanos corporativos, el compromiso de responsabilidad social de Tetra Pak se extiende a distintas áreas de trabajo con las comunidades y sociedades con las que trabaja. En América Latina, la educación ambiental ha sido uno de los ejes de su actividad social, con programas como los desarrollados desde hace siete años en Colombia. Liderado por la Corporación Horizontes, y respaldado por la Secretaria Distrital del Medio Ambiente y Coca-Cola, el programa de Cultura Re sobre responsabilidad ambiental ha llegado a los estudiantes, docentes y personal administrativo de 65 colegios de la capital colombiana.

Un campo de particular importancia en el trabajo social de Tetra Pak en los países en desarrollo ha sido la asistencia a los gobiernos en el diseño, implementación y monitoreo de programas de alimentación escolar. Asesorados por expertos internacionales, las iniciativas en este campo han demostrado su eficiencia y alto impacto en términos de nutrición y aseguramiento de la integridad de los alimentos ofrecidos a los niños de escuelas y comunidades. En este campo, las propiedades de los empaques Tetra Pak han resultado ser un valioso factor de éxito de los programas. La capacidad de poder envasar con seguridad y economía raciones individuales de alimentos, ha permitido que en lugares donde no existe la disponibilidad de agua potable se puedan entregar porciones preparadas, en las que se garanticen los niveles adecuados de nutrientes.

La vivienda ha sido igualmente un área complementaria en los esfuerzos de Tetra Pak por ofrecer bienestar a los miembros de las comunidades vulnerables en los países donde realiza sus actividades. Conjugando el reciclaje de materiales con el suministro de soluciones habitacionales, cerca de 20 familias desplazadas por la violencia y damnificadas de las inundaciones del río Caquetá, en el departamento colombiano del Putumayo, recibieron hace dos años casas construidas con paredes y tejas producidos con materiales reciclados de empaques. Cimentadas sobre bases de hierro y concreto, y levantadas sobre estructuras de madera inmunizada, las casas de Puerto Guzmán se construyeron como parte de una alianza entre el Gobierno colombiano y la industria privada, y como producto de los programas de reciclaje con responsabilidad social de Tetra Pak.

La paradoja del reciclaje
Los procesos de reciclaje enfrentan barreras que impiden potenciar la recuperación y posterior reutilización de muchos materiales. La participación de actores diversos en la cadena, la falta de definición, en muchos casos, de políticas públicas claras y consistentes, de programas de cultura ciudadana y de un compromiso empresarial, dificultan la actividad del reciclaje.

Adicionalmente, cada vez que un material nuevo ingresa al ciclo del reciclaje, enfrenta dificultades difíciles de superar: "Los materiales nuevos sufren una curva de aprendizaje, o de introducción, que infortunadamente hacen que su crecimiento no tenga la rapidez deseada", afirma Juan Carlos Moya, director de Medio Ambiente y Programas Sociales de Tetra Pak en Colombia. Pero quizá la mayor paradoja se concentre en la economía del proceso: cuando un material nuevo tiene bajos volúmenes, los precios pagados a los recicladores son también bajos, lo que resta atractivo para la recuperación. Si los industriales que pueden utilizar los materiales reciclados no obtienen las cantidades necesarias para viabilizar sus operaciones, no podrán ofrecer a los intermediarios mejores precios de compra, y éstos a su vez no podrán recompensar mejor a los recicladores.

Ocho ejes de responsabilidad social corporativa

• Asumir una visión de largo plazo y de ciclo de vida.
• Mejorar continuamente el desempeño ambiental.
• Prevenir la contaminación.
• Cumplir o exceder los requisitos legales locales en temas de medio ambiente.
• Manejar responsablemente las áreas de riesgo o incertidumbre ambiental, lo mismo que los impactos de los productos y procesos.
• Integrar el tema ambiental en las decisiones de dirección estratégica.
• Comunicar y reportar responsablemente el desempeño a los diversos grupos de interés.
• Ser ambientalmente proactivos en los mercados donde se realizan las operaciones y actividades.