Vetaphone celebra 70 años de innovación

Fue la llegada de los materiales plásticos para empaques en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial lo que llevó a la invención de un tratamiento de superficies que hoy es conocido mundialmente como corona.  En su pequeño taller casero de Dinamarca, Verner Eisby se propuso resolver el problema de conseguir que la tinta se adhiriera a una película de plástico no absorbente.  En la actualidad, la empresa está dirigida por sus dos hijos, Frank y Jan, y suministra tecnología de vanguardia para el tratamiento de superficies a los principales fabricantes de equipos originales, convertidores y extrusores de todo el mundo.

Antes de la celebración del septaguésimo aniversario de la empresa, el próximo 1 de noviembre, su director general Frank Eisby explicó: "El tratamiento corona es hoy un proceso universal que comprende muchas industrias en todos los continentes y sin él no existiría el sector de los empaques flexibles: es un legado increíble del que nos sentimos muy orgullosos".

Lo que Eisby descubrió en 1951 fue que la clave de la adhesión tiene que ver con la tensión superficial y los valores relativos entre el líquido que se aplica y el sustrato no absorbente que se utiliza.  Al modificar la tensión superficial del sustrato mediante la aplicación de una descarga electrónica, controlada con precisión a corta distancia, se puede alterar la estructura química para que el líquido se adhiera con seguridad y se evite el riesgo de un "emborronado".

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Aunque el principio en el que se basa el proceso es de una ciencia sencilla, se hace necesario desarrollar continuamente la tecnología, ya que se introducen en el mercado sustratos nuevos y complejos y los propietarios de marcas exigen técnicas innovadoras para mejorar el aspecto de sus productos empacados.  Más recientemente, estas exigencias han llevado a Vetaphone a desarrollar el tratamiento de superficies por plasma, que no es un sustituto de la corona, sino una aplicación más avanzada de los mismos principios científicos.

Hoy la compañía es una empresa global, que emplea a unas 80 personas en su sede de alta tecnología en Kolding y alrededor el mundo, y cuenta con representaciones en más de 60 países diferentes.  El espíritu pionero sigue estando en el ADN de la empresa, lo que se evidencia en la reciente apertura de una sala de exposiciones totalmente equipada para realizar demostraciones presenciales y en línea, y que complementa sus exclusivas instalaciones de laboratorio de pruebas, inauguradas en 2020. 

"Estamos muy orgullosos de nuestra herencia única y utilizaremos nuestro conocimiento y experiencia inigualables para innovar la tecnología de tratamiento de superficies y responder a las necesidades siempre cambiantes de un mercado vibrante. Vetaphone fue la primera empresa y sigue siendo la más importante en este sector, y nuestros planes futuros están diseñados para aumentar la comprensión que el mercado tiene de la ciencia que se encuentra detrás de la tecnología" finalizó Jan Eisby, director de ventas de la empresa.

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