Innovadora botella Origami busca revolucionar la industria de envases

Radina Popova, cofundadora de DiFold, lanzó con éxito en la plataforma Kickstarter una botella con diseño plegable y plano, que cabe en el bolsillo del consumidor y que, según ella, ahorra 100 gramos de emisiones de dióxido de carbono con cada recarga. 

Aunque este diseño se está aplicando inicialmente en botellas de agua, el objetivo de DiFold es incursionar en otros segmentos para ayudar a los propietarios de marcas a lograr sus metas de sustentabilidad. "Nuestro objetivo es ayudar a otras industrias a ser más sostenibles mediante la sustitución de contenedores desechables por contenedores plegables y reutilizables, incluidos contenedores de logística o botellas de líquido recargables", afirmó Popova en una entrevista para PlasticsToday.

Lo que hace que la tecnología de plegado de DiFold sea distintiva a otras soluciones con estructuras transformables es la reducción de los polígonos a lo largo de la circunferencia del tubo, creando un patrón triangular básico que permite el plegado en solo tres pasos. "Esto hace que el producto sea extremadamente práctico y compacto y, al mismo tiempo, mantenga un diseño muy minimalista y elegante", señaló Popova.

Además de fomentar la reducción de residuos, la botella es fácil de llevar a cualquier sitio gracias a que, luego de ser plegada, esta puede guardarse en un bolsillo u otros lugares donde no cabría una botella plástica convencional.

La botella Origami está hecha de un elastómero termoplástico (TPE), específicamente la marca Arnitel TPE de DSM y la versión de base biológica, Arnitel ECO, ambas de DSM Elastomers (Heerlen, Bélgica), mediante el proceso de moldeo por inyección.

Según la compañía, la vida útil de este innovador envase es de cinco años. A futuro, DiFold planea establecer un sistema de reciclaje de circuito cerrado, con el fin de utilizar las botellas viejas para convertirlas en nuevos productos.