© Reproducido de la empresa de investigación de mercados Euromonitor International, con su autorización.
Gerente de investigación de la industria del envase en Euromonitor Internacional. Downey tiene más de 15 años de experiencia en investigación en los mercados de bienes de consumo minorista y envases. Se unió a Euromonitor International en 2002, antes de lo cual fue gerente de Proyecto para Landell Mills Marketpower, agencia especializada en investigación en envases que ha sido adquirida por Canadean.
El plástico, elemento fundamental de la sociedad moderna, está bajo escrutinio por su presencia contaminante en nuestro medio ambiente. Existen contaminantes visibles e invisibles. Una mayor conciencia y crecientes preocupaciones éticas sobre el desperdicio del plástico se evidencian con las iniciativas del pensamiento circular para diseñar a partir de los excedentes de plástico, y aparentemente mejorar así la recuperación y la reutilización. Las presiones actuales son una oportunidad ideal para abordar el desperdicio de plástico y avanzar hacia una sociedad que produzca cero desperdicios.
El plástico tiene un papel influyente dando forma a la sociedad moderna, latente a través de su aplicación generalizada y gran crecimiento de su uso, desde sectores como medicina, construcción, transporte, hasta los bienes de consumo y embalajes en las compras del día a día. Es difícil imaginar cómo vivir sin plástico.
La preocupación por la sostenibilidad del plástico está aumentando a medida que el mundo se enfrenta a la realidad de los millones de toneladas de desechos plásticos que se acumulan en el medioambiente, atrayendo mucha atención en los medios y que los gobiernos, las ONGs y la industria anuncian nuevas iniciativas enfocadas en el plástico.
El consumo de plástico y los niveles de contaminación son más altos en las regiones populosas de Asia y África donde existe una falta de conciencia pública sobre el daño global que tiene la eliminación de residuos en tierras y vías fluviales locales y una falta de infraestructura formal para residuos.
Más de 300 millones de toneladas métricas de plástico han sido producidas en el mundo en 2015, con China siendo el mayor productor (contando por más de un cuarto de la producción mundial). En línea con su posición de líder en la producción de plástico, Asia del Pacífico también es la región del mundo que más plástico consume. La demanda minorista de Asia Pacífico para productos empacados en plástico superó los mil millones de envases en 2017.
Debido a su corta vida útil y notable presencia como basura en el ambiente, el plástico visible, comúnmente de un solo uso, está bajo gran escrutinio, yendo desde las botellas para bebidas y cierres, hasta envolturas de alimentos, bolsas para supermercado, popotes o pajitas, tapas de tazas para café y envases de productos para llevar.
El reciclaje y la reciclabilidad son una preocupación para los consumidores que buscan acción. El consumo fuera del hogar presenta desafíos particulares para el reciclaje, lo que indica la necesidad de soluciones de recuperación mejoradas. También hay importantes contaminantes plásticos invisibles para abordar, incluidas microesferas y microfibras.
La cadena de valor global vuelve a pensar en el plástico, desde el diseño hasta la recuperación y la reutilización; y esto también presenta oportunidades. El foco actual en el plástico puede aprovecharse como un medio positivo para avanzar en su desarrollo sostenible. Se está progresando en la recuperación y el reciclaje, pero tiende a retrasarse con respecto a otros materiales.
Sin duda hay más por hacer, para atacar los volúmenes de residuos. Una filosofía de economía circular es parte de la solución, de modo que el plástico pueda tener múltiples vidas. Los avances requieren compromiso, desde los diseños de los fabricantes hasta los comportamientos de reciclaje de los consumidores.
El objetivo es una sociedad sin desperdicio. Alcanzar esto a través del consumo consciente y la inversión en infraestructura puede lograr ganancias sostenibles y económicas. Una mayor recuperación, reciclaje y reutilización son clave para mejorar las credenciales ecológicas del plástico. El manejo responsable es un deber global de todos, gobiernos, ONGs, actores corporativos y ciudadanos, para la protección de nuestro planeta.
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