
Aranceles disparan posibles cambios de empaques en Coca-Cola hacia el PET
Aranceles disparan posibles cambios de empaques en Coca-Cola hacia el PET
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La multinacional evalúa redirigir su producción ante aranceles del 25% a la importación de aluminio y acero, medida que impacta la industria de los envases.
El panorama comercial de una de las principales compañías de bebidas del mundo se ha visto sacudido ante la reciente imposición de gravámenes. Durante las últimas semanas, la atención se ha centrado en el alza de un 25% en las tarifas aplicadas a la importación de aluminio y acero, cuyo inicio de vigencia fue anunciado para el 12 de marzo.
Esta decisión, impulsada por el gobierno de Donald Trump, también contempla posibles medidas dirigidas a naciones como China, Canadá y México. La reacción de distintos sectores no se hizo esperar, pues se teme un impacto directo en la producción de bienes enlatados. Sin embargo, la compañía ha indicado que cuenta con diversas estrategias para amortiguar el efecto de estos costos adicionales.
Estrategias de Coca-Cola para mitigar el impacto de los costos
James Quincey, máximo directivo de la firma, manifestó que si los costos del aluminio escalan de forma significativa, la empresa podría modificar parte de su cartera de envases. Aunque no ha ofrecido declaraciones textuales idénticas a las difundidas en reportes anteriores, sí ha confirmado su intención de salvaguardar la asequibilidad de sus productos. El énfasis se pondría en la utilización de botellas PET cuando sea necesario, a fin de mantener la competitividad. Este giro de estrategia responde a la necesidad de compensar cualquier alza que se produzca en la cadena de suministros. De esta forma, la corporación busca sortear la presión financiera sin perder presencia en el mercado.
La perspectiva de encarecer las latas de aluminio ha provocado análisis internos para determinar cuán viable sería trasladar un porcentaje mayor de la producción a las botellas plásticas. En la actualidad, se estima que un poco más de una cuarta parte del portafolio de envases de la empresa contempla acero o aluminio, cifra que data de 2023. Al mismo tiempo, la utilización de PET se acerca a la mitad de todas las presentaciones, lo cual facilita la conversión en caso de que la subida de costos se mantenga. El objetivo, según la empresa, no es abandonar los formatos en lata, sino adaptar de manera flexible la mezcla de acuerdo con la evolución de los precios de insumos.
Lea también: ¿Cómo impacta la situación arancelaria entre México y Estados Unidos a la industria del empaque?
Pese a la inquietud que generan los aranceles, Quincey ha subrayado que el volumen multimillonario del negocio en Estados Unidos no se verá alterado de modo dramático. Aun así, reconoce que el incremento en la materia prima no es un asunto menor y que hubiera sido preferible contar con condiciones más estables. Este equilibrio entre cautela y serenidad corporativa refleja la intención de la marca de no trasladar todo el peso de los nuevos impuestos al consumidor final. De lograr un reajuste óptimo, la compañía confía en que su participación de mercado no se resienta de manera significativa. Sin embargo, no descartan seguir muy de cerca las negociaciones comerciales para reaccionar con prontitud.
Posicionamiento del aluminio, acero y PET en la estrategia de Coca-Cola
La importancia del aluminio y el acero en el portafolio de esta firma llegó a representar, en datos recientes, más de una cuarta parte de sus soluciones de envasado. Como contrapartida, el plástico se consolidó con cerca de la mitad del total, dando pie a un margen de maniobra cada vez mayor. La compañía sostiene que esta variedad le brinda una posición privilegiada para afrontar la nueva coyuntura de costos. Con ello, esperan conservar un equilibrio razonable entre las diferentes presentaciones, manteniendo la accesibilidad de sus productos en tiendas y restaurantes. Estos ajustes, de concretarse, reforzarían la resiliencia de la empresa frente a cambios repentinos en la política comercial.
Además de las opciones en aluminio y PET, la organización mantiene un enfoque creciente en recipientes de vidrio retornables. De hecho, en 2024 incorporó 1.600 millones de “cajas unitarias” bajo este formato a su volumen total, constatando que el crecimiento de estas botellas superó el incremento promedio de la marca. Esta tendencia apunta a satisfacer diversos mercados que prefieren empaques más tradicionales o perciben al vidrio como sinónimo de mayor calidad. Asimismo, la capacidad de coleccionismo que ofrecen ciertos modelos estimula la fidelización del consumidor. Esta cifra de 1.600 millones demuestra el potencial de seguir expandiendo las botellas retornables a otros segmentos.
La compañía lanzó en 2018 una botella de vidrio retornable de uso universal, primero en América Latina, con la idea de abaratar costos de producción y fomentar la reutilización. Tal propuesta se ha replicado con rapidez en países tan diversos como Alemania, Sudáfrica y Vietnam, donde el público ha respondido favorablemente. El principal beneficio de esta iniciativa radica en la adaptabilidad: un diseño común permite estandarizar procesos y reducir la complejidad logística. Esto, a su vez, repercute en un menor costo de producción para la empresa y en un mayor compromiso medioambiental. La aceptación de este modelo abre más oportunidades en regiones con preferencias similares.
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