Crean envases biodegradables que mantienen alimentos frescos más tiempo

El instituto Itene ha creado nuevos materiales compostables para envases de alimentos, capaces de prolongar la vida útil de productos frescos y reducir residuos plásticos.

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El centro tecnológico Itene ha avanzado en la creación de materiales biodegradables y compostables destinados a envases alimentarios, en el marco del proyecto Compolist.

Estos nuevos materiales han demostrado ser capaces de mantener o incluso alargar la vida útil de los productos envasados y reducir la acumulación de residuos plásticos en los vertederos.
La iniciativa responde a la creciente necesidad de soluciones sostenibles en línea con las estrategias europeas para los plásticos.

Proceso de desarrollo de los nuevos envases

Para desarrollar estos envases, Itene se centró en optimizar las formulaciones de biopolímeros, combinándolos con aditivos orgánicos e inorgánicos y utilizando diseños de husillos personalizados. Como resultado, se obtuvieron dos tipos de envases: flexibles, destinados a ensaladas frescas cortadas, y rígidos, para productos listos para el consumo como arroz preparado. Ambos tipos de envases fueron sometidos a pruebas rigurosas para evaluar su desempeño.

En el caso de los envases flexibles, se desarrollaron dos films que fueron utilizados para fabricar bolsas de ensalada fresca cortada. La vida útil de estas ensaladas fue monitorizada exhaustivamente, analizando parámetros como la evolución de la atmósfera interna, la pérdida de peso, la carga microbiológica y aspectos sensoriales. Los resultados mostraron que los materiales permitieron mantener las ensaladas en condiciones óptimas durante 14 días, lo cual es significativo para productos de alta perecibilidad.

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Para los envases rígidos, se elaboraron distintas formulaciones, de las cuales dos fueron seleccionadas y validadas para el envasado de arroz preparado a escala industrial. Al comparar la vida útil con los envases convencionales, se observó que los alimentos mantenían una carga microbiológica similar al control y que el aspecto visual del envase compostable era excelente. Esto indica que los nuevos materiales pueden ser una alternativa viable a los plásticos tradicionales en aplicaciones industriales.

Un hallazgo destacado es que los materiales compostables desarrollados permitieron conservar productos alimenticios de cuarta gama en buenas condiciones para el consumo humano durante 35 días. Este prolongado periodo de conservación reduce el desperdicio alimentario y ofrece beneficios logísticos y económicos para productores y distribuidores. Además, al ser compostables, estos envases contribuyen a minimizar el impacto ambiental al final de su vida útil.

Nuevas aplicaciones para envases biodegradables

El enfoque de Itene no se limita a estos productos; se están explorando aplicaciones para otros alimentos como frutos secos, productos cárnicos y bollería. La institución trabaja en mejorar las propiedades barrera de los envases flexibles mediante recubrimientos avanzados, lo que podría extender aún más la vida útil de diversos alimentos. Esta línea de investigación es crucial para satisfacer la demanda creciente de envases sostenibles y funcionales en el mercado alimentario.

En la producción de los materiales flexibles, se utilizó un proceso de extrusión soplado en equipo industrial, seguido de la aplicación de un recubrimiento barrera mediante huecograbado, obteniendo las referencias Flex.1 y Flex.2. Estos films fueron empleados para envasar ensalada fresca cortada, y su desempeño fue evaluado en condiciones reales de almacenamiento. La combinación de materiales biodegradables y técnicas de recubrimiento avanzadas ha sido clave para alcanzar los resultados obtenidos.

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Con estos desarrollos, Itene demuestra que es posible crear soluciones de envasado sostenibles sin comprometer la calidad ni la seguridad de los alimentos. Los envases compostables podrían ser una respuesta efectiva a la acumulación de residuos plásticos y alinearse con las políticas europeas de economía circular. La continuación de esta investigación podría impulsar la adopción de materiales compostables en una variedad más amplia de productos alimenticios, contribuyendo a un futuro más sostenible.