De comestibles a opciones inteligentes: ¿cuáles son los nuevos horizontes de innovación en etiquetas?

El etiquetado está en plena evolución, con innovaciones que abarcan desde materiales biodegradables hasta etiquetas comestibles y soluciones inteligentes. ¿Cómo estas tecnologías están redefiniendo estándares y prácticas en la industria, abriendo nuevos horizontes para marcas y consumidores que buscan un equilibrio entre funcionalidad y sostenibilidad?

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La sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental en la transformación del etiquetado y empaque. Las empresas están incrementando su compromiso con la utilización de materiales provenientes de fuentes certificadas y el diseño de soluciones amigables con el medio ambiente.

Según el reciente informe de Mordor Intelligence, el mercado de etiquetas "éticas" se valorará en 0.94 billones de dólares para 2024 y se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 7.10%, alcanzando los 1.41 billones de dólares en 2029.

El uso de materiales reciclados y compostables está en auge, y cada vez más marcas optan por certificaciones como FSC (Forest Stewardship Council) para asegurar que sus productos provienen de fuentes gestionadas de manera sostenible. Además, el enfoque en la transparencia y la trazabilidad de los materiales se está fortaleciendo, permitiendo a los consumidores tomar decisiones más informadas y éticas.

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Etiquetas compostables para frutas y verduras

Sinclair, una compañía inglesa dedicada a la producción y comercialización de etiquetas compostables seguras para frutas y verduras, trabaja en sinergia con exportadores de Latinoamérica.

La empresa lanzó en los últimos años la etiqueta Sinclair EcoLabel™ HOME - T50, que puede desecharse en compostas domésticas y se convierte en material compost. Esta innovación fue nominada al Innovation Award en la Fruit Logistica 2022 y en los InnovationHub Awards en la Fruit Attraction 2022.

Así mismo, Sinclair planea presentar al mercado una nueva etiqueta compost Sinclair EcoLabel™ HOME - T55 este 2024. Esta etiqueta está diseñada para soportar las condiciones difíciles del transporte de frutas desde Latinoamérica a Europa, incluyendo almacenamiento prolongado y condiciones húmedas.

Etiquetas impresas en botellas

AB InBev, una multinacional belgo-brasileña con una fuerte presencia en países de Latinoamérica como Argentina, Brasil y Colombia, a través de su equipo GITEC (Centro de Innovación y Tecnología Global) desarrolló una tecnología que elimina la necesidad de etiquetas de papel o plástico. En lugar de utilizar etiquetas convencionales, la compañía desarrolló un sistema que permite imprimir directamente sobre las botellas de vidrio utilizando tinta y barniz, creando un diseño que puede incluir relieves táctiles para mejorar la experiencia del consumidor.

El primer producto en probar esta tecnología es la marca Beck’s, con una edición limitada de 200,000 botellas bajo la serie Beck’s Artist Series, diseñada en colaboración con artistas emergentes.

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Etiquetas con fibras de pasto y celulosa

Beontag, uno de los principales fabricantes mundiales de autoadhesivos y etiquetas inteligentes, lanzó un nuevo portafolio de etiquetas autoadhesivas diseñado específicamente para la industria vinícola en América Latina. Se trata de la etiqueta Grass Natural, que está compuesta en un 40% por fibra de pasto y celulosa certificada por el FSC (Forest Stewardship Council).

Etiquetas de Bambú

Dilograf Labels, una imprenta de origen español, optó por el bambú como un material versátil y ecológico para la producción de sus etiquetas. El bambú, conocido por su rápido crecimiento y capacidad de regenerarse sin necesidad de replantación, se presenta como una alternativa sostenible a los materiales tradicionales utilizados en la industria del etiquetado.

Además de ser biodegradable y compostable, el bambú ofrece una textura distintiva, lo que permite a las marcas reducir su impacto ambiental y destacarse visualmente en el mercado.

Etiquetas comestibles capaces de almacenar datos

Un equipo de científicos de la Universidad de Osaka, en Japón creó una etiqueta comestible que no solo puede ser ingerida de manera segura, sino que también tiene la capacidad de almacenar y transmitir datos. Estas etiquetas están fabricadas con materiales totalmente comestibles, incluyendo componentes como almidón de maíz y celulosa, lo que las hace completamente biodegradables y seguras para el consumo humano.

La tecnología utilizada en estas etiquetas incorpora sistemas de impresión avanzada que permiten integrar códigos de respuesta rápida (QR) y otros tipos de información digital que pueden ser leídos por dispositivos móviles.

Las etiquetas comestibles utilizan una combinación de tintas alimentarias especiales y materiales de base vegetal que se descomponen de manera segura dentro del sistema digestivo. Además, la capacidad para almacenar datos se logra mediante la inclusión de microcircuitos impresos que pueden contener información como la trazabilidad del producto, instrucciones de uso, fechas de caducidad, y más. Esta tecnología ofrece una solución innovadora para mejorar la transparencia y la seguridad alimentaria, permitiendo que los consumidores accedan a información relevante de los productos de manera directa y segura.