Ecodiseño, un aliado para los dueños de marca

El ecodiseño entra al juego como una estrategia para hacer realidad los objetivos de desarrollo sostenible, entendiendo que no solo se trata de utilizar material recuperado, sino que también se debe facilitar el cierre de ciclo del producto. 

La organización medioambiental ECOEMBES afirma que el 80 % de los problemas para reciclar un empaque y lograr el cierre de ciclo, vienen de su diseño. ¿Qué está haciendo la industria entonces? A la cancha entró un nuevo jugador que conocemos como ecodiseño: una estrategia que agrega criterios ambientales en el desarrollo de cada producto.

Qué es el ecodiseño

Para ser más específicos, el ecodiseño engloba el desarrollo del producto, la elección de materiales menos contaminantes, aplicación de procesos alternativos, mejora en el transporte y en su uso, y una disminución de sus impactos en la etapa final del tratamiento del empaque.

En palabras de la diseñadora industrial, Mariana Buraglia, experta con más de 15 años de experiencia en el tema “el ecodiseño toca entenderlo desde el principio, cuáles son las materias primas que estoy eligiendo, de dónde provienen y garantizar que en el transporte se reduzcan costos y distancia, entre otros aspectos.”

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La importancia del ecodiseño para el reciclaje

Si bien el ecodiseño no se centra en el reciclaje, si trabaja bajo un enfoque de economía circular y busca el cierre de ciclo de los productos. En este sentido, para que el porcentaje de reciclabilidad aumente, es necesario dar pasos que faciliten los procesos e incentiven a las empresas y consumidores a poner de su parte en la titánica tarea. Con la aplicación de los fundamentos de ecodiseño en sus empaques, se busca facilitar este proceso.

Hoy en día, la adaptación de los consumidores a un estilo de vida alineado con la sostenibilidad no ha sido fácil, no se puede negar que hay un progreso, pero aún queda camino por recorrer. Por ello, es necesario hablar de Circular Design Guide, de la fundación Ellen MacArthur, que entiende el diseño centrado en el usuario y por supuesto en el negocio, para alinearse a los estándares y propósitos de la circularidad.

Los diseñadores tienen la tarea de comunicar que la basura no es basura, el empaque dejó de ser la protección de un producto, para pasar a ser un comunicado, un mensaje, una imagen de transparencia de la empresa hacia el consumidor final. “Tenemos que enfocarnos en que la gente se entere, se informe y empiece a cuestionarse, y se relacionen con la materia prima de los productos y empaques”.

Diseñar para un cierre de ciclo

Beneficios como evitar multas o abrirse en el mercado internacional, que en muchas ocasiones demanda el uso de ecodiseño, son algunos de los incentivos que tienen las compañías para aplicarlo en sus productos. Pero, más allá de eso, es necesaria una primera disposición de no solo saber cuál es el perfil de su consumidor, si no tener claro cuál es el destino del empaque, cuáles son sus alternativas, cómo se puede reciclar y por supuesto, cómo facilitar su aprovechamiento post consumo.

Por ejemplo, el reciclaje de PET solo se puede realizar con material limpio, sin contaminación de aceite y el aprovechamiento que se obtiene depende directamente de su ecodiseño. Así se evidencia con envases que tienen etiquetas de PVC de cuerpo entero, su reciclaje solo es posible si se retira la etiqueta por completo y para esto es necesario un proceso con una máquina especial o de forma manual, pero requiere un método muy dispendioso.

Por ello, cuando la empresa desarrolla sus productos desde el ecodiseño, conoce cómo aprovecharlos y cómo lograr el cierre de ciclo de estos. Pero, no solo se trata de conseguir nuevamente el material y saber que se puede aprovechar para otro producto, incluye facilitar los procesos para que se haga realidad la elaboración de otros artículos a partir del material reciclado.

Una imagen de transparencia frente a los consumidores

Si bien no ha sido fácil la adaptación del ciudadano hacia un estilo de vida de consumo sostenible, en muchas partes se puede ver cómo se está convirtiendo en una tendencia.

El ecodiseño juega como ese hacedor que comunica y explica de dónde vienen y para dónde van los productos. Ahora, el empaque se convirtió en un mensaje que lleva transparencia e historias. “La idea es involucrar mucho más al consumidor, tenerlo informado y contarle todos los beneficios que está ganando con los esfuerzos que hacen las empresas, mostrar mucho más todo eso, pero desde el empaque mismo”, comenta Buraglia.

La estrategia debe involucrar a todos los actores: fabricantes, generadores, recolectores, transformadores y, por supuesto, el consumidor final. El ecodiseño debe ser el aliado para lograr que todos participen en la circularidad de los empaques y así llegar a un cierre de ciclo.

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